Limpia tu bicicleta en 3 pasos
Ya seas un ciclista de montaña o de carretera, seguro que conoces que el mantenimiento alarga la vida útil de nuestra bicicleta. Sabemos que lavar la bicicleta es lo que más pereza suele dar, así que te vamos a sintetizar la tarea en solo 3 pasos para que no dejes esta tarea para más adelante.
Muchas veces se suele caer en el error de pensar que la limpieza de la bicicleta se debe a una cuestión estética. Y nada más lejos de la realidad. Acostumbrarte a asear tu bicicleta después de cada uso evita que sus componentes se estropeen, por lo que te servirá para mucho más tiempo y te prevendrá de gastarte un dinero extra en comprarte otra.
Además, limpiar tu bicicleta va a hacer que vayas más rápido y obtengas un mayor rendimiento.
Sobre todo si eres principiante, pensarás que asear la bicicleta es darle un agua por encima. Error. Para acicalar tu bici, mejor hazlo paso a paso, ya que debes atender a todos sus componentes.
Material necesario para lavar la bicicleta
Antes de meterte a fondo a limpiar tu bicicleta, reúne todos los productos de limpieza que te vayan a hacer falta en el proceso. Aquí te dejamos nuestra lista de imprescindibles y recomendables:
- Cubo con agua. Te va a servir durante todo el proceso de limpieza y, además, con él ahorrarás agua.
- Jabón. Puedes utilizar uno convencional que no sea agresivo o invertir en un jabón indicado para bicicletas que retiren toda la suciedad cuidando la pintura.
- Trapos. Lo ideal es que tengas al menos dos: uno para quitar la grasa y otro para secar.
- Esponjas. Te van a ayudar a ser más rápido y retirar toda la suciedad en zonas de la bicicleta que sean más fáciles de rayarse.
- Guantes. No son imprescindibles, pero te protegerán de los jabones agresivos y de otros productos que puedan dañar tus manos.
- Varilla o cepillo. Se utilizan para llegar a las zonas más escondidas y difíciles de alcanzar.
- Desengrasante.
- Aceite o cera lubricante.
Además, puedes invertir en un soporte para bicicletas, ya que te va a permitir tener las dos manos libres para lavar correctamente tu bicicleta. Quedará suspendida en el aire, lo que te va a facilitar la labor.
Otros materiales que te van a ayudar en la limpieza son una linterna para poder alumbrar todos los detalles y una caja de herramientas básica para poder desmontar algunas partes de la bicicleta.
4 consejos antes de limpiar tu bicicleta
Tras reunir todos los productos de limpieza y antes de ponerte manos a la obra, atén a unas recomendaciones importantes:
- Limpia tu bicicleta de arriba abajo, así no tendrás que repetir el trabajo.
- No uses agua a presión, ya que puedes dañar algunos componentes de la bicicleta.
- Quita las ruedas, te va a resultar más cómodo trabajar el cuadro sin ellas.
- Pon atención en el lavado de las pastillas y la pista de frenado, así aseguras tus frenos.
Y ahora sí que sí, ¡a acicalar nuestra bicicleta!
Primer paso. Limpieza del cuadro
El cuadro y los componentes más grandes van a ser los primeros en lavarse. Para ello, recuerda limpiar de arriba abajo.
Elimina la suciedad del cuadro con agua y jabón. En esta fase, las esponjas van a ser tus mejores aliadas. Ten en cuenta que el cuadro es poco delicado, pero te recomendamos no usar agua a presión para no dañar el cambio o la suspensión.
Después, céntrate en los otros detalles: pedales, maneta de cambio, puentes y pastillas de freno y cinta del manillar. Estos componentes recogen bastante suciedad, por lo que puedes pasar un trapo por ellos y utilizar el cepillo para las partes más pequeñas.
Segundo paso. Limpieza de la cadena y la transmisión
Puedes continuar aseando la cadena, los platos, el cambio trasero y el desviador. Para esto necesitas hacerte con el desengrasante además de lo que ya has necesitado en el paso anterior.
Aunque hay ciclistas que aplican el desengrasante directamente sobre la cadena y la transmisión, te recomendamos poner el producto desengrasante en un cepillo o un trapo y con ellos desengrases la cadena. Si tienes dudas sobre cómo hacerlo, puedes consultar cómo limpiar la cadena de la bici. Cuando seques la cadena, aplica aceite lubricante.
En este paso deberás tener más cuidado que en el primero, ya que los materiales que vas a lavar son más delicados.
Tercer paso. Enjuague y limpieza de ruedas
Aclara el cuadro de la bicicleta con agua limpia y elimina los restos de suciedad y jabón.
A continuación, lava las ruedas con una esponja o trapo que ya hayas utilizado, ya que van a desprender bastante suciedad.
En esta parte del lavado de tu bicicleta atiende a los muelles de las tancas de las dos ruedas y asegúrate de que la pista de frenado esté limpia. Echa agua en el interior del núcleo de la rueda y ten precaución de que el agua no penetre en el buje, ya que puedes estropear los rodamientos.
Para lavar las ruedas, te aconsejamos que apliques el desengrasante y el agua con la rueda y los piñones perpendiculares al suelo.
Una vez hayas finalizado, ¡ya puedes colgar la bicicleta y presumir de ella!